Eglantina roja
Rosa rubiginosa
Reino:
Plantae
División:
Magnoliophyta
Clase:
Magnoliopsida
Orden:
Rosales
Familia:
Rosaceae
Subfamilia:
Rosoideae
Tribu:
Roseae
Especie:
rubiginosa
Descripción y observaciones
La rosa mosqueta
o simplemente mosqueta (Rosa eglanteria; sinónimo Rosa rubiginosa) es un
arbusto silvestre de la familia de las rosáceas. Es una planta nativa de
Europa, donde se cultiva sobre todo en el Reino Unido por su bella flor de
color rosa pálido, pero que también se encuentra en estado silvestre en las estribaciones
de la región sur de la Cordillera de los Andes, tanto en Chile como en
Argentina, y en el piedemonte mendocino. Su fruto, conocido como escaramujo, se
utiliza para la confección de dulces y mermeladas y para hacer infusiones. El
aceite extraído de sus semillas se aprovecha en cosmética.
Descripción: La rosa
mosqueta es un arbusto que puede sobrepasar los 2 m de altura; sus tallos son
delgados, flexibles y curvos, cubiertos de espinas de color violáceo. Las hojas
son caducas, alternas, compuestas de 5 a 9 foliolos, de bordes serrados y
lustrosas. Las flores muestran cinco pétalos libres, de color rosado o
blanco-rosado y olor almizclado, en panojas espesas y terminales; los estambres
son de un vivo color amarillo. La floración se produce una sola vez por
temporada. Su fruto es un cinorrodón de forma ovoide y color rojo o naranja,
con restos de sépalos espinosos en su extremo, de 1 a 3 cm de largo.
Aceite de rosa mosqueta: El
aceite de rosa mosqueta se extrae de las semillas de esta especie de rosa realizando
una presión en frío. Tiene un ligero color rojizo y un olor acre
característicos de los aceites no refinados. Su contenido en ácidos grasos
esenciales (AGE) poliinsaturados es muy elevado, con un 80%, de los cuales: 41%
ácido linoleico, 39% ácido linolénico, y 16% ácido oleico. Los AGE son
nutrientes muy importantes en muchos procesos fisiológicos y bioquímicos del
cuerpo humano, relacionados con la regeneración de los tejidos y el crecimiento
celular. Tienen además una función estructural, formando parte de los
fosfolípidos de las membranas celulares de los tejidos del organismo, y son los
precursores de las prostaglandinas y leucotrienos, a partir de la síntesis del
ácido araquidónico.
Numerosos estudios
científicos, el más reciente realizado en la Facultad y Farmacología de la
Universidad de Concepción en Chile, han demostrado la poderosa capacidad
cicatrizante del aceite puro de rosa mosqueta, especialmente en los campos de
suturas, post-operatorios y quemaduras [cita requerida]. Esto se debe no sólo a
su capacidad regenerante, activando los fibroblastos que darán lugar a la
síntesis del colágeno y la elastina dérmica, sino a su potentísimo carácter
astringente, uniendo los bordes rotos de la epidermis para facilitar la
cicatrización natural.1
Empleo: La rosa
mosqueta se cultiva tradicionalmente como ornamental; es resistente y tolera
niveles de alcalinidad elevados en comparación con otras especies similares. No
requiere suelo fértil ni buen drenaje, y es tolerante a la sequía y a numerosas
enfermedades. Por su vigor, se la emplea a veces como radical para injertar
otras especies. En las zonas de Argentina y Chile donde se ha naturalizado
prospera tanto que algunos agricultores la consideran una maleza, pues ocupa
terrenos aptos para el pastoreo. Sin embargo, la venta de sus frutos y flores o
de sus subproductos también significa una fuente de ingresos para muchas
familias.
Los frutos de la rosa
mosqueta se emplean en gastronomía; se preparan en conserva o mermeladas, y se
emplean en infusiones y licores. Son ligeramente astringentes y ácidos, y
contienen carotenoides, flavonoides y un aceite esencial fragante. Son ricos en
vitamina C y se consideran potenciadores del sistema inmunitario del organismo.
Estudios realizados en la
Universidad de Concepción en Chile indican que dicho aceite contiene unos
niveles elevados de ácidos grasos esenciales poliinsaturados (EFAs), linoleico
y linolénico, los cuales son en parte responsables de la beneficiosa acción del
aceite de rosa mosqueta en la regeneración de la piel. La envoltura carnosa de
sus semillas tiene un alto contenido de vitamina C.
El aceite se emplea en
cosméticos, aduciendo que: regenera y nutre la piel, eliminando arrugas no muy
profundas, y reduce cicatrices o marcas de cualquier etiología; redistribuye la
pigmentación, lo que posibilita la eliminación de manchas; realiza acciones
preventivas y correctivas del fotoenvejecimiento y de los problemas cutáneos
debidos a sobreexposición a las radiaciones solares, mediante la autogeneración
de melanina; además de sus efectos en las capas externas de la piel, también
revitaliza las células de las capas interiores, revigorizando el fibroblasto
(células que producen colágeno y elastina, responsables de la firmeza y
elasticidad de la piel).
Por lo tanto se ha venido
considerando como uno de los más potentes productos antienvejecimiento de la
naturaleza, así como de prevención de afecciones dérmicas relacionadas con
desequilibrios de la melanina. Recientemente se ha generalizado el uso del
aceite puro de rosa mosqueta como ingrediente de la mayoría de productos de
cosmética natural y sintética.
Para casos más severos de
cicatrices, estrías, arrugas de expresión y manchas solares, se recomienda el
uso continuado de aceite puro de rosa mosqueta en la zona a tratar cada pocas
horas hasta revertirlos. No se debe utilizar con carácter preventivo de estos
casos. Al ser un aceite vehicular, se recomienda su uso estrictamente en la
dermis, nunca en mucosas (genitales, cavidad bucal, etc.), ojos o uso interno
en el organismo.
Por su cantidad de lípidos y
su carácter astringente, no se debe utilizar en piel grasa o con tendencia a
grasa.
Texto tomado de: http://es.wikipedia.org/
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