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miércoles, 26 de febrero de 2014

Prunus domestica

Ciruelo silvestre
Prunus domestica
Reino: Plantae
Subreino: Tracheobionta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Rosidae
Orden: Rosales
Familia: Rosaceae
Subfamilia: Amygdaloideae
Tribu: Amygdaleae 
Género: Prunus
Especie: domestica

Preparaciones medicinales
Partes a utilizar: las hojas, recolectadas en primavera tiernas o frescas y los frutos maduros, frescos o desecados.
Dieta a base de frutas:  Sopa de ciruelas: en una olla, verter 1 litro de agua, 70 ciruelas bien maduras y 4 clavos de especie. Tapar el recipiente y cocerlo a fuego lento durante 1 hora. Añadir medio litro de vino blanco de buena calidad y tanto azúcar como se desee. Dejar hervir durante 30 minutos más, después retirar la olla del fuego y dejar enfriar las ciruelas. Pasar todo por el tamiz, ponerlo a calentar nuevamente al fuego y servir la sopa acompañada por algunas galletas.
Estómago (digestión): Licor digestivo: cocer 20 ciruelas frescas, sin hueso, en 2,5 litros de vino blanco de buena calidad. Pasados 15 minutos, retirar la olla de fuego y verter en ella 3 gr. de corteza de canela y macerarlo todo bien durante 3 horas. Transcurrido este tiempo, filtrar el líquido recogiéndolo en una olla, añadir 500 gr. de azúcar y dejarlo hervir durante unos minutos. Cuando el vino esté completamente frío, añadir medio litro de alcohol de 90º y verter el licor en 1 ó 2 botellas. Al término de las comidas, tomar una copita de este licor, que es un excelente digestivo.
Intestino (estreñimiento habitual): Pulpa de ciruelas: mezclar bien los siguientes componentes: 30 gr. de pulpa de ciruelas frescas, 10 gr. de bayas de saúco, 5 gr. de hojas de sen, 5 gr. de cremor tártaro. Picarlos bien todos, de forma que se mezclen bien entre sí; unir a la mezcla tanta miel como se desee para obtener una pasta densa y conservar el preparado en un tarro. Tomar 20 ó 30 gr. diarios para regularizar el intestino. Esta pulpa de ciruelas gusta mucho a los niños, pero hay que reducir, para ellos, la dosis
                               Ciruelas por la mañana: poner en remojo, cada noche, en un vaso con tanta agua como para cubrirlas, 3 ciruelas secas, bien lavadas. Por la mañana, en ayunas, comer las ciruelas y beber el agua.
                               Jarabe de ciruelas: macerar, durante 24 horas, 50 gr. de pulpa de ciruelas bien maduras, sin piel, y sin hueso, en 100 gr. de alcohol de 70º. Añadir 500 gr. de jarabe obtenido hirviendo 335 gr. de azúcar con 165 gr. de agua. El jarabe debe añadirse al resto cuando esté completamente frío. Dejarlo en reposo todo durante 1 hora, después filtrar el líquido a través de papel de filtro adecuado y recoger el jarabe en una botella. Suministrarlo a cucharaditas a los niños y a las personas delicadas.
Lombrices: Cataplasma: este remedio tiene tal vez varios siglos, pero todavía se considera infalible para eliminar las lombrices de los niños y es de uso común. Pulverizar un buen puñado de hojas de ciruelo secas, mezclarlas con varias cucharadas de hollín y empastarlo todo con vinagre. Extender luego esta mezcla sobre el bajo vientre.
Resfriado, ronquera, tos: Infusión: poner al horno algunas ciruelas secas deshuesadas; cuando se hayan vuelto duras como la madera, machacarlas en el mortero y reducirlas a polvo fino. Calentar una taza de agua, verter en ella una puntita del polvo así obtenido y 1 cucharada pequeña de miel, y beber el líquido bien caliente y sin filtrar.

Comestible o venenosa
A la vista de las líneas anteriores está claro que es comestible, además todo el mundo la conoce.

Descripción y observaciones
Arbusto, creo, de la familia de las rosáceas, de hojas alternas simples y bordes aserrados, flores blancas o rosas de 5 pétalos, solitarias o agrupadas en pequeños racimos umbeliformes. Florecen en primavera; sus frutos son en forma de drupas violáceas (las cultivadas pueden ser de varios colores), de pulpa dulce, tierna y jugosa que lleva en el centro un hueso leñoso conteniendo una almendra.

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